A los 63 años, el cantautor argentino Ignacio Copani cuenta con más de 30 años de carrera y tiene más de 1200 canciones publicadas. Conversamos con el artista y vecino de Caballito para conocer lo que está haciendo, su crítica al mundo de la música contemporánea y cómo ve la actualidad política del país.

Caballito Urbano: ¿Qué balance hacés de lo que va de este 2023?

Ignacio Copani: En lo personal, tengo mucha suerte y me encuentro a los 63 años haciendo giras y proyectos nuevos. Este año hice algunas cosas en España y una gira en Uruguay porque siento que tengo que estar acá, estoy militando con todo. Armé un ciclo que se llama “Mi Gran Buenos Aires querido”, que me lleva todas las semanas a algún lugar de la Provincia de Buenos Aires y, realmente, es un trabajo muy lindo. Por otro lado, como a todos los artistas, se nos hace difícil poder comunicar lo que hacemos. En lo que es la cultura popular éste es un año desperdiciado, un año más de baja calidad en la producción musical y de poca exigencia en el ente receptor. 

CU: ¿Estás trabajando en un nuevo material?

IC: Permanentemente estoy trabajando en nuevos materiales, lo que pasa es que ya no es con la disciplina, ni la contundencia de otros tiempos, en donde era un hito poder hacer un disco. Eso era un punto de partida o un punto de llegada. Hace mucho que no encaro una producción integral con banda y voy haciendo, de a poco, algunos temas que los publico en Internet con una dinámica distinta, ni mejor ni peor, pero distinta a la de toda mi carrera. Con las nuevas tecnologías hay un cambio integral. Como artista, vos antes participabas hasta en la gráfica, el disco era tangible, había un momento específico para adquirirlo y disfrutarlo. Ahora, con las redes sociales, hay otro vínculo entre la música y el público y uno se va adaptando. 

CU: ¿Cómo te llevás con estos cambios y con las redes sociales?

IC: Me llevo bien y de hecho me apuntalan en la comunicación. Tengo un caudal de seguidores en las distintas redes que se enteran de lo que voy haciendo. En lo que es la música, me parece que es una vía de comunicación que no es importante todavía. Puede haber una canción que tenga millones de seguidores y likes hoy, como también lo puede tener alguna curiosidad que pongas en TikTok, algo que pasado mañana ya no existe. Cuando tuve mi primer éxito, el miedo de los productores era si no iba a ser algo que iba a pasar volando, entonces lo caracterizaban como un “éxito de verano”, un golpe de suerte. Ahora llegar a sostener la trascendencia de una canción, un verano es un milagro, porque dura un día. Las redes son una ventana para que puedas gritar “buen día, acá estoy”, la miran y ya está. Las veo como un vehículo de superficialidades más que nada. No me imagino que dentro de 30 años le estén haciendo un homenaje a un tiktoker o a un youtuber por lo que hizo esta semana, como si se lo hacemos con todos los honores a Fito Páez por haber hecho “El amor después del amor” hace 30 años.

CU: ¿Cambiaste tu forma de componer con el tiempo?

IC: La composición no cambió para mí porque no utilizo la tecnología al momento de componer. Siempre usé guitarra o teclado y siempre en el mismo modo de trovador, de ir tomando la idea y tocando a la vez para ir buceando bajo el manto de la canción. El soporte al que me dedico es la canción, que no es ni la poesía ni la música instrumental. La canción es un soporte en sí mismo que no tiene reglas, tiene las que vos quieras utilizar. En lo creativo, trabajo igual que siempre. Como público noto mucho cuando una obra está hecha desde una app. No digo que sea ni mejor ni peor, pero no he llegado a ese punto de componer sobre un riff o un ritmo siempre igual.

CU: ¿Y en cuanto a las letras o temáticas?

IC: Uno cuando va cumpliendo años y, si es honesto, va cambiando el ángulo de la charla. Me sigue conmoviendo lo social para componer, lo que pasa en nuestra comunidad, lo colectivo, tratando de no estar pontificando sobre un altar. Eso te lleva a componer desde dos guías: una es la profesional, en la que vos podés describir situaciones y personajes; y la otra es la urgente, lo que te conmueve y es esa forma que a mí todavía me lleva de cabeza a componer. Tengo en carpeta un abanico de canciones sin terminar, pero desarrollando la idea a la que me lleva la novedad, lo que está pasando.

CU: Como artista comprometido con la realidad, ¿cómo ves este año electoral?

IC: Soy un optimista profesional, pienso que la esperanza es un deber y aunque a veces no haya señales desde la cruda realidad, el deber de uno es encontrar la esperanza debajo de las baldosas. En cuanto a lo que tiene que ver con mi profesión, es difícil componer sobre las cuestiones de ahora, de lo que vemos en la tele, de las propuestas en un año de elecciones. Realmente, se podría hacer una canción sobre las propuestas que no existen. No hay novedades, lo que parece nuevo ya es muy conocido, Milei no es ninguna novedad. Atahualpa Yupanqui ya les hizo canciones a personas e ideas como esas hace 80 años. No presentan ninguna novedad sus ideas colonialistas. No hay ideas en esa trinchera de derecha que le molesta la felicidad del pueblo y lucha por mantener privilegios. No podés ofrecer nada en cuanto a canciones porque las cartas están sobre la mesa. Ni la bronca, ni la falta de experiencia, ni la saturación es una justificación para que un ciudadano común elija algo que va a lastimar a las claras a la mayoría. Para mí que, con todo ese establishment, todavía exista una fuerza competitiva nacional y popular que, a los tumbos, con sus idas y venidas, intenta hacer cosas que no perjudican al pueblo, a mí eso me da esperanza.

CU: ¿Qué cosas te parece que tienen que mejorar en el mundo de la música?

IC: Yo tuve mucha suerte en mi carrera, pero me gustaría que la comunicación, que los medios, verdaderamente estén al servicio del pueblo y permitan una apreciación de la música popular. No puede ser que no pongan un tema de León Gieco en ningún lugar, nos han taponado, han borrado todo. Creo que puedo luchar, hacer mi parte, para que esas plataformas estén al servicio del pueblo, de la gente, que tengan la chance los jóvenes de conocer todos los estilos de la música popular, que te pueden emocionar, que te pueden conmover, pero que si no tenés chance de conocer, obviamente que no vas a sentir esa emoción.

Foto: Sitio Web Ignacio Copani.

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