Esto lo dijo Florencia Lorenzo, integrante de la organización política Peronismo Solidario al referirse a la olla popular que realizan todos los domingos en la esquina de Acoyte y Rivadavia. Cada vez concurre más gente y el hambre se hace visible.

Caballito Urbano: ¿Cómo surge la idea de hacer ollas populares?

Florencia Lorenzo: “La actividad de las ollas populares surge a raíz de una gran articulación que tenemos con distintos grupos y agrupaciones peronistas del barrio, que ya desde hace muchos años venimos realizando de modo individual este tipo de actividades cada uno desde su espacio. 

Alrededor de junio del 2023 comenzamos con la idea de hacer ollas en conjunto. Empezamos con una olla por mes, luego cada 15 días y desde marzo de este año nos propusimos hacerlo todos los domingos y así se está haciendo hasta ahora”.

CU: ¿Por qué eligieron una esquina tan emblemática como Acoyte y Rivadavia?

FL: “Elegimos esta esquina, en principio porque es una esquina conocida por casi todas las personas que están en situación de calle del barrio y fácil de encontrar por quienes no la conocen, también porque en esta esquina tenemos el reparo de la lluvia necesario para no tener que suspender por mal tiempo, como sucedió este último domingo que se pudo desarrollar la olla con normalidad, pese a la lluvia y por último, pero no menos importante nos parece que es una buena manera de visibilizar la inmensa problemática habitacional y de hambre  que atraviesan tantísimas personas que viven en el barrio de Caballito. Nos parece necesario visibilizarlo, fundamentalmente con los vecinos y vecinas del barrio para que se pueda tomar conciencia”.

CU: ¿Cuántas personas trabajan para hacer las ollas? ¿Cuánto tiempo, y dinero les lleva?

FL: “La olla la organizamos entre 5 grupos diferentes y por cada olla tenemos aproximadamente entre 15 y 20 personas colaborando (cocina, armado y logística de la esquina y servir la comida) nos reunimos a las 9 a preparar todo, un grupo llega 11:30 a la esquina para preparar la logística del lugar y 12:30 llega la comida. 

El tema dinero es más complejo y de hecho es una de nuestras principales preocupaciones. Al momento se viene sosteniendo con el aporte de estos 5 grupos que mencioné y con la colaboración de donaciones que cada grupo pide de modo individual, más las que se reciben de los distintos vecinos o vecinas que se acercan los mismos domingos, mientras se desarrolla la olla, para preguntar cómo pueden colaborar”.

CU: ¿Están abiertos a recibir donaciones?

FL: “No solo estamos abiertos a recibir donaciones, sino que constantemente las pedimos por medio de nuestras redes, ya que es la principal manera de poder sostener la olla de cada domingo. Además hacemos campañas específicas en las cuales pedimos donaciones de cosas puntuales, como sucedió con el caso de los repelentes o con los productos de higiene personal y que son de suma necesidad para las personas que están en situación de extrema vulnerabilidad”. 

CU: ¿Qué balance hacen hasta el momento? ¿Qué sensaciones les quedan después de cada jornada?

FL: “El balance que hacemos fundamentalmente tiene que ver con la cantidad de gente que se viene sumando de un domingo para el otro, realmente es cada vez más la gente que la está pasando mal, al punto de pasar hambre, muchas de las personas que se acercan comentan que les cuesta cada día más cumplir con al menos una ración de comida diaria, además, nos comentan que los días domingos en lo particular, casi no tienen comedores o lugares abiertos donde acercarse a comer.

Las sensaciones que nos quedan después de cada olla son muy ambiguas. Por un lado, de profunda tristeza al ver la cantidad de gente sin los recursos mínimos para poder alimentarse, a ellos y a sus hijos y la falta de respuesta que tienen por parte de un estado al que pareciera no importarle, el cual no solo no les otorga ninguna ayuda. Los estigmatiza en relación a si tienen o no antecedentes penales, solo los visibiliza desde un lugar anti estético haciendo publicidad sobre cómo los están sacando de las calles, para que los vecinos y vecinas que por suerte no se encuentran en situación de calle o extrema vulnerabilidad tengan una ciudad más linda.

También, nos vamos con la sensación de que cada olla es una gran alegría. Sabiendo que además de brindarle un plato de comida, un diálogo amable y un poco de risas y contención a un montón de gente que verdaderamente lo necesita logramos algo no menor que es, no sólo la visibilización de una situación tremenda, sino que también generamos conciencia de mucha gente que se sorprende al verlos ahí y se acerca a charlar con nosotros, felicitarnos y ofrecer su ayuda. Ya sea con donaciones u ofreciéndose a cocinar o estar ahí para dar una mano. Esto último nos llena de orgullo porque no hay nada más importante que ayudar a la construcción de la justicia social y conciencia de clases” 

CU: ¿Cuántas personas concurren y con qué tipo de necesidades?

FL: “Estamos entregando entre 120 y 150 raciones de comida. Las necesidades son muy generales, comenzando por el hambre, siguiendo por su situación habitacional, la cual les genera todo el resto de necesidades, ya que no pueden conservar sus pertenencias en buen estado, no pueden cuidar su higiene personal, están mucho más expuestos a diversas enfermedades y problemáticas referidas a la salud, como el dengue o no pueden conseguir un trabajo por no tener domicilio, entre otras dificultades”.

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