En la medianoche del pasado 7 de marzo se fugaron cuatro presos de la Comisaría Vecinal 6 B ubicada en Av. Avellaneda al 1550.

Se vivió una película en Caballito, según fuentes policiales oficiales, los presos lograron romper un vidrio blindex y se escaparon de la comisaría saltando una medianera

Luego, corrieron hacia la calle Bogotá, y según se supo, los estaban esperando en una camioneta roja para darse a la fuga.

Rápidamente, la policía de la Ciudad pudo recapturar a dos de los cuatro fugados en medio de un enfrentamiento donde dos efectivos resultaron levemente lesionados.


Además, indicaron que los dos prófugos habían sido acusados por robo y fueron quienes planificaron el escape.

Este caso se suma a otros dos ocurridos en el mismo mes en los barrios de San Telmo y Balvanera. En ambos casos, los presos escaparon por los techos de las comisarías. De esta manera ya son 12 los prófugos de las comisarías porteñas.

Todo esto tiene alguna explicación. Lo cierto es que los calabozos de las alcaidías y comisarías porteñas están diseñados solo para alojar detenidos por unas horas y no para que las personas permanezcan detenidas.

Por otro lado, desde el Observatorio de Políticas Penitenciarias y Derechos Humanos del Poder Judicial porteño informaron que hay 1980 presos en comisarías y alcaidías, lo que significa un exceso de casi el doble de la capacidad de esos lugares.

Así, las y los detenidos permanecen hacinados y pasan más tiempo del indicado en esas dependencias. Entre las 34 alcaldías y 70 comisarías sólo están condiciones de recibir poco menos de mil presos.

El Jefe de Gobierno Jorge Macri dijo sobre esta situación, “el problema es del Servicio Penitenciario Federal que no cuenta con las condiciones para alojar a los presos y no se hizo cargo del grave problema de las comisarías porteñas”.

Por último, expertos en esta temática sostienen que el gobierno de la Ciudad debería trabajar en la creación de un Servicio Penitenciario local propio y de esta forma pueda contar con sus establecimientos carcelarios exclusivamente diseñados y con el personal penitenciario formado y capacitado.

Foto: Clarín.

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