A un mes de la tragedia, los afectados siguen sin poder regresar a sus hogares. Mientras tanto, las autoridades avanzan en tareas de seguridad, pero las respuestas siguen siendo insuficientes.

A un mes del dramático derrumbe ocurrido en Caballito, la situación de las 13 familias que vivían en el edificio de Pedro Goyena al 500 sigue siendo de total incertidumbre. El trágico colapso del 8 de febrero se cobró las vidas de dos hermanos de 75 y 80 años, Nélida y Ramón, quienes vivían en la planta baja del edificio. Desde entonces, los vecinos no han podido regresar a sus hogares.
En diálogo con los medios, Elisa Muñoz, una de las vecinas afectadas, relató la angustia que viven todos los damnificados. “Nuestra realidad es dramática, estamos muy preocupados porque no hay respuesta. No se nos informa nada y no sabemos qué va a pasar con nuestras casas, que están a la buena de Dios. No hay respuesta de ningún funcionario”, expresó con desesperación.
El derrumbe fue causado por el colapso de una obra en construcción, que provocó la caída de la medianera y afectó al PH contiguo, que alberga 14 departamentos. Durante los operativos de rescate, los bomberos hallaron los cuerpos de los dos hermanos, quienes fueron encontrados debajo de los escombros.
A un mes de la tragedia, la situación para los vecinos no ha mejorado. Pese a que dos semanas después del incidente pudieron reunirse con autoridades del Gobierno de la Ciudad, como el ministro de Justicia y la Dirección General de Asistencia a la Víctima, las respuestas han sido limitadas. En ese encuentro, se comprometieron a acelerar las tareas de apuntalamiento y demolición, a cargo de la empresa constructora externa, pero la promesa de una pasarela provisional para que los vecinos pudieran recuperar sus pertenencias aún no se ha cumplido.
“Estamos desde el 8 de febrero fuera de nuestras casas sin poder ingresar. La constructora Mitre, que se encargaba del apuntalamiento, ya se fue, las pericias se terminaron, y no hay nadie trabajando en el lugar. Está todo a la suerte de Dios”, explicó Elisa. Además, destacó que desde ese momento la gestión de la situación ha recaído casi por completo en los propios vecinos, quienes han tenido que recurrir a abogados para gestionar sus derechos. “Logramos que la constructora se haga cargo de los alquileres, porque fue difícil encontrar uno”, contó.
A pesar de los esfuerzos de los damnificados, los problemas continúan. Los vecinos no pueden acceder a sus hogares para recuperar sus pertenencias, como ropa o documentos personales. “Nos prometieron una pasarela provisional, pero no hemos recibido respuestas claras ni fechas”, agregó Elisa, quien también anunció que este viernes, 8 de marzo, se llevará a cabo una concentración en la puerta del edificio para exigir soluciones inmediatas.
Desde el Gobierno de la Ciudad, el Ministerio de Seguridad explicó que están trabajando para que los vecinos puedan regresar de manera segura a sus hogares. También señalaron que la construcción de la pasarela no depende de la constructora encargada de las tareas de apuntalamiento, sino que está a cargo de la Guardia de Auxilio. Sin embargo, afirmaron que la obra aún no se ha realizado debido a la inestabilidad de la propiedad, que debe ser apuntalada de manera segura para evitar nuevos riesgos.
Desde el Ministerio de Seguridad también confirmaron que el Gobierno actuó como mediador para garantizar que los vecinos accedan a viviendas provisionales y que la constructora se haga cargo de los alquileres y expensas por al menos seis meses. Además, se emitió un subsidio excepcional para cubrir algunas necesidades básicas hasta que los afectados puedan regresar a sus casas. Sin embargo, para los vecinos de Caballito, las respuestas siguen siendo insuficientes.