Terminó con un apuñalado y un detenido.

Lo que comenzó como una típica discusión de tránsito por una maniobra menor, terminó en un violento episodio que dejó un herido, un detenido y a varios testigos consternados en pleno corazón del barrio de Caballito. Fue este miércoles, cerca del mediodía, cuando una acalorada pelea entre un taxista y el conductor de un vehículo particular derivó en una agresión con arma blanca, que terminó con el traslado de la víctima al hospital y la posterior detención del agresor.

El conflicto se desató en la transitada intersección de Acoyte y Aranguren, alrededor de las 12.55. Según se puede ver en las imágenes captadas por cámaras de seguridad y testigos desde las veredas, todo se desencadenó por una disputa relacionada con el uso de la luz de giro. En cuestión de segundos, la discusión escaló y ambos conductores comenzaron a agredirse físicamente.

La escena fue caótica: golpes de puño, patadas al torso y a la cabeza del conductor particular, que manejaba un Fiat Palio gris, y hasta una gorra que voló en medio de la pelea. El taxista, que conducía un Chevrolet Onix, se defendía como podía. Parecía que la situación había llegado a su fin cuando ambos se separaron, regresaron a sus autos y parecían dispuestos a retomar la marcha. Pero no fue así.

Lejos de calmarse, el conductor particular volvió a su vehículo, no para continuar su camino, sino para buscar un cuchillo que guardaba en la guantera. En cuestión de segundos, regresó y atacó al taxista, que ya se encontraba dentro de su auto, listo para arrancar. Le asestó varios puntazos, causándole cortes en una de sus manos. Luego, se subió nuevamente al vehículo y huyó de la escena.

La Policía de la Ciudad, que fue alertada rápidamente, logró interceptarlo a pocas cuadras, en Ambrosetti al 400. Agentes motorizados lo detuvieron e identificaron como Daniel Alejandro Vittolo, de 47 años, vecino del barrio de Boedo. En el lugar también se secuestró el arma blanca utilizada en el ataque, así como el vehículo implicado. La causa quedó en manos de la Unidad de Flagrancia Oeste, a cargo del auxiliar fiscal Alejandro Foster.

Mientras tanto, el taxista, Ernesto Corrao, de 26 años y con domicilio en Lanús, fue asistido en el lugar por personal del SAME y trasladado al Hospital Durand. Allí fue atendido por una «herida cortante en la mano, sin riesgo de vida», según el parte médico.

Una testigo clave del hecho fue Solange, empleada de una confitería cercana, quien no solo presenció toda la secuencia, sino que también intentó auxiliar a la víctima. “Discutieron porque uno puso la luz de giro y el otro no. Se empezaron a pelear y después parecía que todo se calmaba, pero el tipo volvió al auto y sacó un cuchillo. Lo tuvo que frenar la mujer que estaba con él. Fue muy violento”, relató.

La intervención de la pareja del agresor habría sido crucial para frenar una agresión aún mayor. “El taxista se cubrió con las manos y por eso se lastimó tanto. Le faltaba un pedazo de dedo. Crucé con el botiquín para ayudarlo, la mano la tenía muy mal, muy abierta”, agregó Solange.

El hecho dejó atónitos a quienes estaban presentes. Vecinos, comerciantes y transeúntes quedaron conmocionados por la violencia desatada en plena vía pública y a plena luz del día. Por fortuna, el ataque no dejó consecuencias fatales.

Loading