Organizaciones sociales y políticas realizaron un «colchonazo» en Plaza de Mayo para visibilizar la emergencia social que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires.

Cada 19 de agosto se conmemora esta jornada en distintos países de la región en memoria de la «Masacre de Sé», ocurrida en 2004 en Sao Paulo, Brasil, cuando un grupo de personas en situación de calle fue atacado mientras dormía, dejando un saldo de siete muertos y varios heridos. A raíz de la impunidad de estos hechos, la fecha se convirtió en un símbolo de lucha y reclamo por los derechos de quienes viven en la calle.
En la Ciudad de Buenos Aires, organizaciones dedicadas a esta problemática convocaron a la protesta en Plaza de Mayo con la consigna «La calle no es un lugar para morir». Además de la visibilización del conflicto habitacional, el evento sirvió como espacio de solidaridad, recibiendo donaciones de ropa, frazadas y artículos de higiene. Hacia la tarde, se llevó a cabo una merienda solidaria para compartir entre los asistentes.
Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno porteño, en el último trimestre la indigencia alcanzó el 15% y la pobreza el 35%, lo que significa que más de 470.000 personas viven en la indigencia y más de 1.100.000 se encuentran en situación de pobreza. Desde Proyecto 7 y otras organizaciones sociales denuncian que el número de personas en situación de calle crece constantemente y las condiciones de vida empeoran día a día.
Entre los principales reclamos de la jornada se encuentran la declaración de emergencia para las personas en situación de calle, el cumplimiento efectivo de las leyes 3.706 de la Ciudad y 27.654 a nivel nacional con un presupuesto acorde a la realidad de esta población, y la sanción de una ley que garantice el acceso al subsidio habitacional 690.
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