Algo está sucediendo con las obras arquitectónicas de Jorge Kalnay en la Ciudad. En Caballito se perdió una casa de este maravilloso arquitecto, hecho que pasó bastante desapercibido.

Este año corrió el rumor de la demolición del Luna Park y rápidamente la empresa encargada de su remodelación salió a desmentirlo (sin embargo, no sabemos en qué consistirá esta obra ni qué se conservará).
Jorge y Andrés Kalnay llegaron a Buenos Aires en 1921 escapando de la guerra en Hungría, su país natal. Ambos eran arquitectos graduados en la Escuela Superior Real Estatal Húngara y rápidamente, empezaron a trabajar en el país. Si bien ambos hermanos trabajaron en varios proyectos juntos, el más destacado es el Edificio del Diario Crítica, ubicado en Av. de Mayo 1333, cada uno siguió estilos distintos.
Andrés es el autor de la ex Cervecería Munich (actual Dirección General de Museos del Gobierno de la Ciudad). Él apostaba por un estilo más ecléctico, tomando elementos entre futuristas y art decó. En el barrio de Almagro podemos ver una de sus obras, el “castillito” de Lezica y Medrano.
Jorge Kalnay, en cambio, fue uno de los impulsores del racionalismo en Argentina, más cercano al modernismo de los años ‘20 y ‘30. Además del Luna Park de 1932, otra de sus obras emblemática es el Teatro Broadway, inaugurado en 1931 en la Av. Corrientes 1155.
En Caballito, contábamos con una interesante obra de Jorge Kalnay, la vivienda unifamiliar ubicada en Av. Rivadavia 5848. La casa fue encargada por Myra Gilmore de Spiritoso en 1928. En sus últimos años funcionó una iglesia evangélica.
En 2022 fue tapiada y rápidamente demolida. Lamentablemente, no se consiguen fotos de su interior y hay muy pocas de la fachada. La casa fue desestimada como patrimonio histórico de la ciudad y es inevitable preguntarse dónde habrán ido a parar las molduras tan características de su exterior. Natalia Anush Kerbabian, la arquitecta detrás de la cuenta de Instagram @ilustroparanoolvidar logró capturarla.
En Caballito contamos con otra obra de Jorge Kalnay en Yerbal 349, por suerte conservada en óptimas condiciones. Se trata de otra vivienda, solicitada por Fernando Márquez en 1927. Me gustaría enfatizar la importancia de estas piezas porque Jorge Kalnay es uno de los arquitectos más importantes de la historia arquitectónica moderna argentina. No sólo impulsó el racionalismo junto con grandes nombres como Alberto Prebisch, sino que es él quien construyó la casa quinta “Los Granados” de Natalio Botana donde estaba instalado el mural “ejercicio plástico” de Siqueiros, obra que hoy se encuentra en el Museo del Bicentenario.
Casi 3 años después, en Rivadavia 5848 solo hay un baldío con una vegetación bastante profusa, lo que da cuenta de su estado de abandono. En una ciudad que está perdiendo su identidad arquitectónica frente a la voracidad del negocio inmobiliario, es imprescindible que los barrios conservemos la memoria de aquello que nos hace únicos.
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