Desde hace siete años los vecinos de Caballito transformaron la ayuda en un gesto colectivo que crece cada semana.

Hace siete años, un grupo de vecinos, socios y amigos del Club Oeste decidió salir a la calle cada semana para acompañar a quienes más lo necesitan. Lo que comenzó como una iniciativa vecinal para repartir comida caliente, abrigo y escuchar a quienes atraviesan situaciones difíciles, hoy se consolidó como un espacio de organización comunitaria bajo el nombre de Oeste Solidario, el área social del club.

Leonardo Montero, presidente del Club Oeste y referente del proyecto, resume la experiencia: “Desde el año 2018 realizamos recorridas nocturnas por todo el barrio de Caballito y sus alrededores, brindando asistencia a personas en situación de calle. Se hacen dos veces por semana: salimos en tres autos con recorridos ya establecidos. Tenemos mapeada toda la comuna, con los puntos donde se ubica cada persona, y además contamos con una ficha con datos básicos como nombre, edad, cumpleaños y estado de salud. Cada vez que pasamos no solo dejamos algo para comer, sino que charlamos un rato para ver cómo se encuentran, porque creemos que una de las cosas más importantes es la socialización. Son vecinos de Caballito, aunque no tengan un techo propio”.

El trabajo sostenido les permitió tejer vínculos y también registrar de primera mano cómo cambió la situación en los últimos años. Según el Tercer Censo Popular de Personas en Situación de Calle, en la Ciudad viven actualmente 11.892 personas sin techo, lo que representa un incremento del 170% en los últimos ocho años. La diferencia con las cifras oficiales del Gobierno de la Ciudad, que reconoce 4.522 casos, es abismal. En la Comuna 6, donde se encuentra Caballito, el censo contabilizó 241 personas.

Para Montero, los números se corroboran cada lunes y martes en las recorridas: “Vemos cotidianamente el incremento de gente en la calle. Cada día que pasa aparecen más personas en esta situación. Lo más llamativo en el último tiempo fue el aumento de familias completas que por primera vez se quedaron sin techo y también de adultos mayores. Esto genera un doble problema, porque son personas que no conocen cómo es la rutina de alguien que ya vivía en calle —dónde comer, dónde ducharse, a dónde acudir ante un problema—, y la vulnerabilidad se multiplica”

El impacto de la crisis económica y social golpea fuerte en los barrios y se traduce en nuevas formas de exclusión. Sin embargo, en el corazón de Caballito, la respuesta comunitaria sigue siendo una manera de resistir y de tender lazos. La solidaridad no se limita a cubrir necesidades materiales: se trata de reconocer al otro, darle un lugar y compartir la vida cotidiana.

El área social del Club Oeste no trabaja sola. La organización se sostiene gracias a un entramado de voluntades que aportan tiempo, recursos y energía. La calle se convierte así en un espacio de encuentro y de aprendizaje colectivo. La invitación está abierta para toda persona que quiera acercarse. Hay dos formas principales de participar: sumándose a las recorridas solidarias de los lunes y martes, o colaborando con donaciones que luego se distribuyen en las salidas. Se necesitan especialmente ropa de abrigo, zapatillas, frazadas, artículos de higiene, alimentos y descartables, que se reciben en la sede del club.

Quienes deseen acercar su aporte pueden hacerlo en José M. Moreno 446, Caballito, de lunes a viernes de 17 a 21 horas. También pueden comunicarse al 11 4046 1313 para coordinar entregas o conocer más sobre la propuesta.

Oeste Solidario demuestra, semana tras semana, que la solidaridad no es solo un gesto asistencial: es la decisión de reconocer al otro como vecino y como parte del barrio. Esa mirada, que se construye con recorridas, charlas y organización, es lo que permitió que el proyecto siga creciendo después de siete años de compromiso ininterrumpido. Porque todos podemos sumar nuestra ayuda y porque en tiempos difíciles, la solidaridad sigue siendo la forma más poderosa de transformar la realidad.

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