Se trata de Chumbis.

“¿Te imaginás comer lo mismo todos los días durante 15 años?” La pregunta, que parece más una invitación a repensar la rutina humana, es en realidad el disparador de una historia de amor, salud y emprendimiento: Chumbis, la primera panadería saludable para mascotas de la Ciudad de Buenos Aires, nacida en pleno corazón de Caballito. Un proyecto familiar encabezado por Rocío Domínguez y su hija Nicole Verdier que, con recetas caseras y sin aditivos, logró enamorar a miles de perros, gatos y humanos por igual.
Una historia con nombre propio
Todo comenzó con Tadeo, el perro de la familia. Durante años, sufrió problemas digestivos que ningún alimento balanceado parecía poder solucionar. Tras pasar por diversos veterinarios y tratamientos fallidos, una profesional especializada en nutrición animal les propuso un cambio radical: dejar el balanceado y probar con comida natural. Y así fue. Contra todo pronóstico (y prejuicio), la salud de Tadeo mejoró notablemente.
Pero no fue el único factor que impulsó este proyecto. Dos años después, la familia adoptó a Chumbi, un perrito rescatado con un pasado difícil y muchos problemas de conducta. Para celebrar su primer año en familia, Rocío le preparó una torta casera. El momento fue tan emotivo que sembró una semilla que ya no dejaría de crecer. “Ese día fue el click. El perrito estaba feliz, la familia emocionada, y pensamos: ‘Esto es lo que queremos hacer’”, recuerda Rocío.
De la cocina de casa a un local en Caballito
Al principio, Chumbis fue una cuenta de Instagram donde madre e hija compartían sus recetas y recibían pedidos por encargue. Las ventas empezaron tímidamente, pero en pocas semanas se multiplicaron. “Teníamos manzanas por todos lados, los freezer en el cuarto, y ya no dábamos abasto. Pensamos en alquilar un espacio, pero fueron los propios clientes quienes nos empujaron a abrir un local: querían ir con sus perros a comprar”, cuenta Nicole.
Así fue como nació el primer local físico de Chumbis, ubicado en Franklin 771, a metros de Honorio Pueyrredón. Desde hace más de dos años y medio, ese rincón de Caballito se volvió un punto de encuentro para mascotas y humanos por igual. Al pasar por la puerta, los perros se detienen instintivamente. Adentro, los esperan galletitas, tortas de pollo, muffins de hígado, turrones navideños, huevos de pascua, pastelitos patrios y hasta una “cajita feliz” versión pet friendly.
Recetas caseras, ingredientes naturales
Las más de 30 recetas que componen el menú de Chumbis fueron diseñadas junto a una veterinaria especializada en nutrición. Todo está elaborado sin azúcar, sin sal, sin conservantes y sin harinas refinadas. “Usamos avena, algarroba, harina integral. Todo lo que usamos es natural, tanto que lo puede comer cualquier humano”, explica Rocío. Y de hecho, algunas personas lo han probado.
Las tortas de cumpleaños, uno de los productos más elegidos, pueden ser de pollo, carne, cerdo o vegetales. Los productos no tienen conservantes, por lo que deben mantenerse refrigerados. Y el proceso de creación es casi artesanal: “Nos juntamos, se nos ocurre una idea —una pastafrola, por ejemplo—, se la proponemos a la veterinaria y ella nos ayuda a ajustar la receta para que sea saludable para los animales”, agrega Nicole.
Un mural de fotos y una comunidad fiel
El local está decorado con decenas de fotos de mascotas que visitaron Chumbis. También hay un cuadro muy especial: un dibujo de Tadeo, el perrito que inspiró todo. La primera clienta oficial fue Blackie, acompañada por su humana, Esther. Hoy, la comunidad de Chumbis incluye a miles de clientes fieles que celebran los cumpleaños de sus mascotas, organizan meriendas, encargan galletitas por fechas patrias o simplemente pasan por una sorpresa para sus compañeros peludos.
Chumbis no es solo una panadería: es un proyecto con alma, nacido de la experiencia, el dolor y la búsqueda de una vida mejor para los animales que nos acompañan. Lo que comenzó como una tortita improvisada para un perrito rescatado, hoy es un emprendimiento consolidado que genera conciencia sobre la alimentación animal y propone una forma distinta de demostrar amor.
Lo que viene
Desde que abrió sus puertas, Chumbis no dejó de crecer. Las redes sociales siguen siendo su canal principal de difusión, pero también han comenzado a participar en ferias y eventos. Madre e hija sueñan con ampliar el local, abrir nuevas sucursales e incluso lanzar su línea de productos congelados.
“Lo que más nos emociona no es solo el éxito comercial”, dice Rocío, “sino saber que estamos cambiando la vida de muchos animales como Tadeo o Chumbi, que merecen lo mejor, después de todo lo que nos dan”.
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