Una esquina emblemática del barrio de Caballito.

En 1978, cuatro amigos se unieron con un sueño común: preparar la mejor pizza para los vecinos del barrio de Caballito. Así nació La Posta de Achaval, un lugar que, más de 40 años después, se ha convertido en sinónimo de pizza sabrosa, elaborada con esmero, generosidad y cocinada en un auténtico horno a leña.

Ubicada en una tradicional esquina de Caballito, esta pizzería destaca por su masa impecable y la calidad de sus ingredientes, manteniendo un ambiente simple y despojado que invita a disfrutar de la pizza en un espacio familiar y cálido, frecuentado por clientes de toda la vida.

El menú ofrece una variedad clásica de sabores: muzzarella, napolitana, jamón y morrón, y especialmente fugazzeta, que es la estrella indiscutible de la casa. Sus pizzas se elaboran a la piedra y a media masa, siendo la fugazzeta rellena la opción más solicitada, famosa por su generoso relleno y corte en porciones cuadradas, perfectas para compartir. Otra favorita es la fugazzeta de provolone, reconocida por su sabor intenso y textura crujiente.

Con el paso de los años, La Posta de Achaval se ha consolidado como un ícono porteño y un competidor destacado de La Mezzetta, ganando un lugar privilegiado en la oferta gastronómica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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