Detectaron un micro repleto de ropa trucha en Villa Soldati y secuestraron cientos de zapatillas en galerías de Flores.

Dos procedimientos realizados por la Policía de la Ciudad en el sur porteño permitieron secuestrar más de 3.500 prendas de marcas falsificadas, con un valor total que supera los 55 millones de pesos. Los operativos se desarrollaron en Villa Soldati y Flores, con intervención judicial y participación de diferentes organismos de control.
En Villa Soldati, en el cruce de Rabanal y Pergamino, un micro de larga distancia fue interceptado durante un control preventivo por la División Conductas Contravencionales y de Faltas. Ante la sospecha de transporte ilegal, los efectivos revisaron el vehículo y hallaron varios bolsones cargados con ropa deportiva y calzado con etiquetas de marcas reconocidas como Nike, Adidas, Lacoste, Prada, Vans, Puma, entre otras.
En total, el conteo arrojó 2.853 prendas y zapatillas apócrifas, cuyo valor en el mercado se estima en 25 millones de pesos. La Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 35, a cargo de la Dra. Celsa Ramírez, dispuso el secuestro de la mercadería y la imputación de los tres ocupantes del micro, dos choferes y una coordinadora, por infracción a la Ley de Marcas (22.362).
El segundo operativo tuvo lugar en tres galerías del barrio de Flores, donde se incautaron 670 prendas falsificadas, entre ellas 485 pares de zapatillas. Las inspecciones fueron realizadas por la División Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad, con apoyo de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), AGIP, la Dirección General de Protección del Trabajo y la Dirección General de Fiscalización y Control.
Las galerías inspeccionadas estaban ubicadas en las calles Nazca y Argerich, y ofrecían mercadería de marcas como Puma y Under Armour. El valor de los productos decomisados se calculó en más de 30 millones de pesos.
Las autoridades señalaron que estos operativos forman parte de una estrategia de control más amplia, orientada a desarticular la comercialización de productos truchos en distintos puntos de la Ciudad. Además de afectar al comercio formal, estas prácticas suponen un riesgo para el consumidor y muchas veces se vinculan con redes de explotación laboral y condiciones precarias de producción.