El club atraviesa una de las peores rachas de los últimos años: lleva diez partidos sin ganar y quedó a solo dos puntos de la zona de descenso en la Primera Nacional.

Ferro vivió un domingo muy negativo en Sarandí, donde cayó 2-0 frente a Arsenal por la fecha 26 de la Zona A. Más allá del resultado, el impacto fue profundo: el Verdolaga no gana desde el 24 de mayo, cuando superó 2-0 a Los Andes en el Estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri. Desde entonces acumula frustraciones y el presente lo ubica en el puesto 16, con apenas dos puntos de ventaja sobre Alvarado y tres sobre Arsenal, los equipos que hoy estarían descendiendo a la Primera B. El equipo de Caballito está obligado a reaccionar en las ocho fechas que restan si quiere mantener la categoría.
El panorama es todavía más preocupante si se tiene en cuenta que Güemes y All Boys, ubicados 15° y 14°, tienen la misma cantidad de puntos que Ferro, lo que muestra que la pelea por la permanencia está abierta y cada partido será decisivo. La caída ante Arsenal resultó especialmente dura porque fue frente a un rival directo en la lucha por evitar el descenso.
La llegada de Sergio Rondina al banco, el pasado 1° de julio, aún no logró revertir la tendencia. En seis partidos bajo su conducción, Ferro sumó tres empates (todos en condición de local) y tres derrotas, sin poder cortar la sequía de triunfos que ya se extiende por casi tres meses. El equipo muestra esfuerzo, pero no encuentra respuestas futbolísticas ni resultados que lo saquen del pozo.
El peso de la historia también juega en la cabeza del hincha. Ferro fue protagonista de la Primera División hasta el año 2000 y desde entonces no volvió a jugar en la máxima categoría. Incluso sufrió el golpe de descender a la tercera división en 2001, una experiencia dolorosa que recién logró revertir en 2003 con el regreso a la B Nacional. La posibilidad de revivir ese escenario aparece ahora como una amenaza latente que en Caballito nadie quiere imaginar.
En este tramo final del campeonato, el Verdolaga se aferrará a la chance que le da un fixture con varios cruces directos entre rivales que también pelean abajo. En la antepenúltima jornada enfrentará a Almagro, que hoy marcha 12° con 30 puntos, y además se darán choques como Alvarado vs. All Boys y Arsenal vs. Alvarado. Estos duelos podrían marcar el destino de Ferro, que dependerá de su capacidad para sumar puntos y no quedar a merced de los resultados ajenos.
La preocupación en el barrio es palpable. El público verdolaga acompaña en gran número cada partido en Caballito, pero la ansiedad crece jornada a jornada. El recuerdo de grandes campañas contrasta con la incertidumbre actual, donde cada empate sabe a poco y cada derrota se siente como un paso hacia el abismo. Con 24 puntos en juego, el margen de error es mínimo y la obligación es máxima.
El futuro inmediato plantea un interrogante: ¿podrá Ferro sostenerse en la Primera Nacional y dejar atrás este presente dramático? La respuesta llegará en las próximas semanas, cuando se juegue no solo la permanencia, sino también una parte de la identidad futbolera de un club que forma parte de la historia grande del fútbol argentino.