Del jardín a la secundaria, 122 proyectos de 106 escuelas.

Del 25 al 29 de agosto, el Parque de la Estación, en el barrio de Balvanera, volvió a convertirse en escenario de innovación y compromiso con el futuro. Allí se realizó la 15.ª edición de la Feria Ambiental de la Ciudad, un espacio que, en el marco de la 60.ª Feria de Educación, Ciencias, Arte y Tecnología, reunió a estudiantes y docentes de todos los niveles educativos con un mismo objetivo: compartir y multiplicar experiencias que promuevan una Ciudad más sustentable.

Durante cinco días, 122 proyectos de 106 escuelas porteñas fueron exhibidos ante la comunidad educativa y evaluados por un jurado que valoró criterios de impacto socioambiental, replicabilidad, metodología, proyección e innovación. Este año, las iniciativas ambientales alcanzaron el 70% del total de trabajos presentados, lo que refleja el lugar central que ocupa la temática en la agenda pedagógica.

La Gerente Operativa de Educación para la Sustentabilidad, Angélica Gómez Pizarro, destacó en el acto de cierre el entusiasmo de los participantes: “Cada proyecto es una semilla que se planta en la escuela, pero que termina germinando en los barrios y en las familias. Los chicos y chicas no solo aprenden contenidos, también se convierten en multiplicadores de prácticas responsables en su vida cotidiana”.

Creatividad y compromiso

Entre los proyectos premiados se destacaron propuestas que combinaron la mirada científica con la imaginación y la conciencia social. En el nivel primario, por ejemplo, la Escuela para Niños, Jóvenes y Adultos con Discapacidad Mental y Formación Integral N.° 21 “Rosario Vera Peñaloza” presentó “Tótems informativos accesibles con carga solar”, una iniciativa que busca acercar información sobre reciclaje y cuidado del ambiente mediante dispositivos sustentables y accesibles.

En el nivel secundario, la Escuela Técnica N.° 33 D.E. 19 sorprendió con su “Fundición Autosustentable”, un proyecto que explora la reutilización de materiales metálicos con un enfoque de economía circular. “Queremos demostrar que los residuos pueden tener una segunda vida si se cuenta con creatividad y conocimiento técnico”, explicaron los estudiantes que integraron el equipo.

También hubo lugar para la innovación tecnológica en la modalidad adultos, donde el Centro de Formación Profesional N.° 6 presentó “DomIOT”, un desarrollo orientado a la automatización de sistemas domésticos para el ahorro energético.

Reconocimientos

Como estímulo al trabajo realizado, los primeros puestos de cada nivel recibieron un microscopio digital para su institución, mientras que ganadores y menciones fueron distinguidos con kits de materiales didácticos especialmente seleccionados para cada etapa educativa.

Más allá de los premios, la feria se consolidó como un punto de encuentro para el intercambio de experiencias. Desde los más pequeños del jardín con su proyecto “Brillando Con-ciencia”, hasta los adultos que experimentaron con climatización de invernaderos, todas las propuestas dejaron en claro que la educación ambiental atraviesa generaciones y realidades distintas.

Un espacio que crece

Con 15 ediciones ya realizadas, la Feria Ambiental se ha convertido en un espacio emblemático dentro del calendario educativo porteño. Cada año suma más participantes y más proyectos, lo que demuestra que la sustentabilidad dejó de ser un tema accesorio para transformarse en un eje transversal en la enseñanza.

El balance, según los organizadores, fue más que positivo: cientos de estudiantes compartieron su mirada sobre los desafíos ambientales actuales y propusieron soluciones creativas y replicables. Y lo hicieron no sólo como parte de un concurso, sino como parte de un aprendizaje que busca trascender las paredes de la escuela.

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