Este domingo 12 de octubre, el Peronismo Solidario celebra su olla popular número 100 en Acoyte y Rivadavia. Un espacio de encuentro y compromiso que crece domingo a domingo.
Hace casi dos años, un grupo de militantes y vecinos decidió instalar una olla popular en una de las esquinas más emblemáticas de la Ciudad de Buenos Aires. Lo que comenzó como una “loca idea” se transformó en una tradición semanal que ya lleva cien domingos consecutivos. Cada jornada, el cruce de Caballito se convierte en un punto de encuentro donde se comparte mucho más que un plato de comida: se construye comunidad.
La esquina, tan transitada y simbólica, se resignifica cada domingo como un lugar de cuidado y solidaridad. Allí, vecinos de distintos orígenes comparten un mismo propósito: sostener la dignidad y la esperanza en tiempos difíciles. Detrás de cada comida hay un grupo de compañeras y compañeros que cocinan, reparten y organizan con esfuerzo colectivo. Muchos se fueron sumando con el tiempo, al ver cómo el espacio se consolidaba como una referencia solidaria del barrio.
Con el impulso del Peronismo Solidario, la iniciativa se consolidó como un espacio de acción política y social. Domingo a domingo, cientos de personas se acercan a buscar un almuerzo caliente, participar de la radio abierta o simplemente charlar con otros vecinos. “Estamos convencidos de que el peronismo será solidario o no será nada”, sostienen quienes coordinan la propuesta, que combina la ayuda directa con la participación popular. Su espíritu es claro: hacer política desde la acción, con la convicción de que la mejor manera de decir es hacer.
Este domingo 12 de octubre, la olla número 100 será una jornada especial. Habrá música, radio abierta, almuerzo comunitario y, sobre todo, un reconocimiento a todas las personas que durante cien domingos pusieron el cuerpo para que nadie se quede sin un plato de comida.
La invitación es abierta a toda la comunidad: desde las 11:30, vecinos y vecinas podrán acercarse a compartir el festejo y ser parte de esta historia que ya forma parte del corazón de Caballito.
