Una orden judicial disparó un operativo urgente en el ex Hogar Obrero de Caballito. Intervinieron bomberos, SAME, DOEM y Policía para evitar una tragedia.

El barrio de Caballito quedó en vilo cuando dos hermanos, un hombre y una mujer de alrededor de 50 años, decidieron resistir una orden judicial atrincherándose en el piso 20 de un edificio ubicado en avenida Rivadavia 5100, en la histórica torre del ex Hogar Obrero. Según testigos, la pareja amenazó con lanzarse al vacío desde el balcón cuando se enteraron de que debían ser trasladados a un centro de salud mental.

La medida había sido dictada por el Juzgado en lo Civil N.º 4, bajo la magistratura de la Dra. Mariana Kanefsck, tras constatar que ambos presentaban antecedentes psiquiátricos y habían protagonizado incidentes previos con vecinos. Las situaciones ya habían llevado a que los propietarios del inmueble reclamaran en varias ocasiones su mudanza del departamento, pero sin lograr resultados.

Una vez notificada la orden de internación, los hermanos se negaron a salir y activaron un protocolo de crisis. De inmediato, agentes de la Comisaría Vecinal 6B se presentaron en el lugar para contener la situación y evaluar los riesgos. El cruce de Rivadavia con Acoyte se colmó de gente, y el tránsito quedó detenido entre Acoyte y Parral, provocando demoras considerables en plena hora pico.

El operativo tomó mayor magnitud con la intervención del Grupo Especial de Rescate (GER) de Bomberos de la Ciudad, quienes llegaron acompañados por el Departamento de Operaciones Especiales Metropolitanas (DOEM), y personal médico del SAME con una unidad psiquiátrica. La presencia de tantos equipos, coordinados minuto a minuto, reflejó la complejidad que implican los casos en los que se cruzan salud mental y orden judicial.

“En estos casos, por seguridad, primero ingresa personal policial y luego los bomberos”, explicó el comandante Mariano Ledesma, responsable del Cuartel Caballito. Esa coordinación fue clave para reducir la tensión. La mujer fue trasladada al Hospital Durand minutos después, mientras que su hermano también fue asistido y probablemente trasladado a un centro especializado en salud mental en las horas siguientes.

El comisario inspector Rodrigo Carafi, a cargo de la Comisaría Comunal 6, agregó que “había una orden de internación compulsiva para los dos hermanos ya que tenían antecedentes psiquiátricos y cuando se los invitó a retirarse del domicilio, pusieron resistencia y amenazaron con arrojarse de la ventana. Ahí activamos un protocolo, vinieron los Bomberos y personal del DOEM y se los aseguró”. Esta afirmación respalda la intervención judicial y explica por qué se optó por una salida forzada tras agotar las instancias previas.

Este suceso vuelve a abrir el debate sobre la preparación del Estado frente a situaciones de salud mental que aparecen en ámbitos domésticos. El operativo interdisciplinario evitó una tragedia, pero deja al descubierto desafíos estructurales: desde la necesidad de equipos entrenados en intervenciones no violentas hasta la disponibilidad de espacios de internación y seguimiento luego del alta para personas con padecimientos psiquiátricos.

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