La Justicia clausuró la vivienda de la ensayista en Hidalgo 140 y realizó un inventario. Tres posibles herederos se disputan el legado y hay sospechas por la desaparición de objetos.

El viernes pasado, el departamento en el que vivió la escritora e intelectual Beatriz Sarlo fue allanado por orden del Juzgado Civil N.º 24. Ubicada en la calle Hidalgo, en el corazón del barrio de Caballito, la vivienda quedó clausurada tras un procedimiento judicial motivado por sospechas sobre la posible sustracción de bienes personales. La operación incluyó un inventario completo y el cambio de cerraduras. La causa sucesoria aún está abierta y atraviesa un complejo entramado legal y afectivo entre familiares, allegados y el propio encargado del edificio.
El operativo judicial se realizó luego de una denuncia anónima al 911, aparentemente impulsada por personas cercanas a Sarlo que advirtieron movimientos irregulares en el departamento tras su fallecimiento en diciembre del año pasado. Entre las principales preocupaciones figura la desaparición de objetos personales, como una colección de discos que habría pertenecido tanto a Sarlo como a su última pareja, el cineasta Rafael Filippelli. La alerta se encendió cuando una influencer británica detectó publicaciones en redes sociales en las que se vendían discos que coincidían con los que la ensayista poseía.
La tensión crece en torno al departamento de Beatriz Sarlo, actualmente en disputa entre tres posibles herederos: su viudo, el arquitecto Alberto Sato; su prima, la también arquitecta Ernestina Susana del Río; y Melanio Alberto Meza López, el encargado del edificio. Este último está en el centro de la controversia debido a un documento ológrafo, presuntamente escrito por Sarlo antes de su fallecimiento, en el que lo designa heredero del inmueble y le encarga el cuidado de su gata, Nini. La autenticidad y validez de este escrito se encuentran bajo análisis mediante un peritaje caligráfico.
El día del allanamiento, Meza López se presentó en el inmueble mientras el procedimiento estaba en marcha. Su presencia generó tensión entre los presentes, especialmente por la sospecha de un ingreso previo no autorizado a la vivienda. Aunque algunos vecinos afirmaron que la cerradura había sido forzada, los abogados del encargado desmintieron la versión y aseguraron que su defendido abrió voluntariamente la puerta al oficial de justicia y a su acompañante, quienes llegaron sin identificarse plenamente.
Durante el proceso judicial, las gatas Nini e Itys fueron trasladadas al departamento del encargado del edificio, Melanio Alberto Meza López, y su pareja, que está próxima a ser madre. La situación de las mascotas suma una nueva dimensión de sensibilidad en medio de un conflicto cargado de incertidumbres legales y afectivas.
Uno de los puntos más discutidos es el destino del legado intelectual de Sarlo. Antes de su muerte, la ensayista había solicitado expresamente que su archivo personal fuera entregado al CeDInCI (Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas), voluntad que sus amigos más cercanos cumplieron. Sin embargo, voces del círculo académico alertan que el conflicto patrimonial podría poner en riesgo su obra.
“El departamento sirve para el morbo”, expresó el crítico literario David Oubiña, colaborador cercano de Sarlo. “Se habla de su marido, de su encargado, pero lo que realmente importa es quién podrá custodiar y gestionar su legado intelectual. Sylvia Saítta, la verdadera albacea, debería estar a cargo de esos bienes”, insistió.
La disputa ha tenido tantas aristas que incluso se apartó al primer juez que había intervenido en la causa y se revocó la exclusión de Sato como heredero. Al día de hoy, la causa sigue abierta y sin movimientos visibles en el sistema público de consulta judicial.
Mientras el mundo cultural y académico espera definiciones claras, el departamento de Hidalgo 140 permanece cerrado. En sus paredes, además de libros y objetos personales, se esconde una incógnita: cómo preservar la memoria y la obra de una de las figuras más influyentes del pensamiento argentino contemporáneo.
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