Una joya histórica de Caballito.

El sábado 1 de junio, un grupo de vecinos y miembros de la Junta de Estudios Históricos de Caballito tuvo la oportunidad de recorrer la Maison Desplats, una casona de más de cien años ubicada en la calle Hidalgo 540, en el barrio de Caballito. El propietario, Gustavo Desplats, abrió las puertas de su residencia para compartir con los visitantes la historia de su familia y de esta emblemática propiedad.
Gustavo comenzó relatando los orígenes de su familia, que llegó a Argentina desde Toulouse, Francia, a mediados del siglo XIX. Los Desplats se dedicaban a la construcción y la ebanistería, y en 1872 se establecieron en el barrio de Caballito. En la década de 1920, el arquitecto Gustavo Desplats y su hijo, también llamado Gustavo, construyeron la casa que hoy conocemos como la Maison Desplats.
La propiedad presenta una arquitectura de estilo Tudor en su fachada y un interior dividido en dos plantas más una terraza. En su visita, Gustavo no solo relató la historia familiar, sino que también mostró con orgullo el mobiliario original traído de Francia hace más de un siglo. Estos detalles, llenos de historia, cautivaron a los asistentes, quienes pudieron conocer más acerca de la familia Desplats y la importancia histórica de la vivienda.
La Maison Desplats, hoy en día, se ofrece como alquiler temporario para turistas, con capacidad para hasta 10 personas. Esta casona, que ha sido recientemente reformada, es un ejemplo de la preservación del patrimonio arquitectónico de Caballito, uno de los barrios más tradicionales de la ciudad.
Cabe destacar que, durante el evento, también se realizó una visita a otra de las casas históricas del barrio: la Casa del Obispo Jerónimo Podestá, construida en 1864 por la familia Cuitiño. Esta casa, que se encuentra en Avenida Gaona 1367, fue también una de las primeras del barrio y tiene un valor histórico significativo. La Casa del Obispo es conocida no solo por su antigüedad, sino por la historia de su propietario, Jerónimo Podestá, un sacerdote comprometido con la lucha por los derechos humanos y la justicia social. En la década de 1960, fue suspendido de su labor pastoral debido a su apoyo a los más vulnerables y a su participación en el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Su historia de amor con Clelia Luro, una colaboradora clave en su labor, también es parte del legado de esta casona.
La visita guiada, organizada por la Revista Horizonte y el Periódico ABC, brindó una oportunidad única para conocer más sobre el patrimonio histórico de Caballito y la importancia de estas casas en la memoria colectiva del barrio. Ambas viviendas, la Maison Desplats y la Casa del Obispo, son ejemplos de la riqueza histórica de la zona, y su conservación permite que las nuevas generaciones mantengan viva la memoria de sus habitantes y su lucha por la justicia y los derechos humanos.
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