Avanza el Plan Hidráulico con intervenciones clave que beneficiarán a 850 mil vecinos.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció el martes 18 de junio un nuevo paquete de obras hidráulicas destinado a mitigar el riesgo de inundaciones y adaptarse a los desafíos que impone el cambio climático. Con una inversión estratégica que contempla 25 nuevos kilómetros de túneles y conductos, se busca llevar al 86% la proporción de vecinos que vivirán fuera de zonas con riesgo hídrico.
Las nuevas obras se inscriben dentro del Plan Hidráulico, que se desarrolla desde hace 16 años, y que ya ha demostrado resultados concretos en distintas zonas de la ciudad, reduciendo drásticamente los anegamientos en barrios que solían ser críticos.
«Pensar cómo las ciudades se adaptan al cambio climático es uno de los grandes desafíos para las próximas décadas», expresó Pablo Bereciartua, ministro de Infraestructura. «La gestión del agua es central en este proceso. Hace muchos años que la Ciudad sostiene un compromiso sostenido con la inversión en infraestructura resiliente para proteger cada vez a más barrios y vecinos».
Entre las obras destacadas se encuentra la segunda etapa del reservorio del Parque Sarmiento, ubicado en el barrio de Saavedra. Esta infraestructura se vale de soluciones basadas en la naturaleza para retener el agua de lluvia y prevenir inundaciones. También se avanzará con el desarrollo de ramales claves en distintas subcuencas.
En la cuenca del Cildañez se ejecutarán los ramales Martí 2 y Zuviría, con impacto en Flores, Parque Avellaneda y Villa Lugano. En tanto, en la cuenca del Medrano, los ramales Larralde y Ciudad de la Paz beneficiarán a vecinos de Núñez, Saavedra y Coghlan. Además, se realizará una mejora integral de la capacidad de conducción del arroyo Medrano, con una intervención de 1,5 km que incluirá compuertas, estación de bombeo, cámaras de inspección y tabicamiento del cauce, lo que representará una mejora del 15% en su capacidad de escurrimiento.
En la cuenca del Maldonado, el nuevo ramal Costa Rica tendrá 1 kilómetro de extensión y evitará anegamientos en la zona de Palermo. En paralelo, avanzan otras intervenciones en ejecución como los ramales Elcano, Yerbal y Acuña de Figueroa – Argerich Norte, en las cuencas de los arroyos Vega, Cildañez y Maldonado respectivamente. Ya se ha finalizado el ramal Lugones, también parte del sistema del Vega.
Otro anuncio clave fue el futuro inicio del Colector Bajo Costanera, obra fundamental para el saneamiento del borde costero de la Ciudad y la recuperación del frente ribereño del Río de la Plata. Esta intervención contempla la construcción de un conducto cloacal de gran escala, mediante tuneleras profundas, que recorrerá todo el frente porteño sobre el río, desde la General Paz hasta el Riachuelo. Su ejecución tendrá un plazo estimado de 48 meses.
El objetivo es evitar la contaminación del agua del río y permitir su uso recreativo de forma segura en el futuro, ampliando el acceso a espacios verdes y públicos de calidad en la costa.
El Plan Hidráulico se complementa con la implementación del Plan de Adaptación al Cambio Climático, que busca preparar a la Ciudad frente a fenómenos meteorológicos extremos. Como miembro activo de la red internacional C40, Buenos Aires se compromete a ser una ciudad carbono neutral, resiliente e inclusiva. En este sentido, el diseño de la infraestructura urbana incluye criterios ambientales y de sostenibilidad, con el foco puesto en mitigar los efectos del calentamiento global.
Actualmente, el nivel de precipitaciones en la ciudad aumentó un 11% en relación con los registros de hace dos décadas, lo que refuerza la necesidad de mantener una política sostenida de inversión en obras de drenaje, retención y saneamiento. El conjunto de las obras en marcha y proyectadas reafirma el rumbo de una Ciudad que busca anticiparse y adaptarse, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y protegiendo su infraestructura frente a los desafíos del clima.
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