El mural de Perón y Evita que se encuentra en la esquina de Antonio Machado y Río de Janeiro fue actualizado y volvió al lugar donde nunca tendría que haber sido tapado.

El 19 de octubre la gente se encontró que el  mural de “El abrazo” de Perón y Evita que se encontraba en la calle Antonio Machado y Río de Janeiro había sido tapado. Un mural que hacía 30 años estaba pintado, que vio pasar de todo y que nadie se hizo cargo de haberlo tapado. El 30 de noviembre el mural volvió y fue restaurado por los militantes del peronismo de Caballito.

Se le consultó a Mariano Cuyeu, comunero de la 6, si sabía quiénes habían tapado el mural y cuáles eran los argumentos: “Si bien no hay datos oficiales, tenemos el dato extraoficial de que se trató de una cuadrilla de dos trabajadores tercerizados por orden de EDESUR. Nadie se adjudicó haberlo tapado, por lo tanto, no sabemos porqué se decidió borrar un mural que tenía 30 años de historia, que con periodicidad convocaba a militantes y artistas a realizar algún mantenimiento que denotaba que tenía vida y significado para mucha gente”. 

Cuyeu señaló que para él se trata de una provocación que se da por los tiempos políticos en los que vivimos. En un momento en el que desde el gobierno nacional de Milei se le cambia el nombre a las obras que se realizaron durante los gobiernos peronistas, como el CCK o el gasoducto Néstor Kirchner, donde se trata de desarmar organismos o instituciones, como el Conicet o como la discusión por el edificio de Desarrollo Social, que son parte de una historia común, de un pueblo que tiene entre sus particularidades una identidad política como el peronismo. 

Cuyeu manifestó que al momento de enterarse que se había tapado todos tuvieron la idea y el impulso por restaurarlo. Tres días después de ese 19 de octubre ya estaban convocando a una jornada y en el cual se rehicieron las frases que finalmente están al pie del mural. Quisieron tapar un mural y lo que lograron fue reunir a todo aquel que se siente representado por ese abrazo y por ese símbolo que significa. Indicó que los militantes del peronismo del barrio se dieron unos días más para organizar una jornada más grande, vale aclarar que ese tipo de murales no sólo por el tamaño sino por lo que significa lleva tiempo de organización y encontrar a la persona idónea que pueda restaurarlo.

“Como el muralista que lo realizó, Rodolfo Aguerreberry, falleció en 1997, decidimos recurrir al artista Omar Gasparini que es quién hizo las placas que rodean el mural borrado. Gasparini recomendó y acercó a Gonzalo Gayoso, que fue quien durante 8 horas, pintando desde un andamio, rehízo la imagen”, señaló Cuyeu. 

Señaló que el mural tiene dos dimensiones, que por un lado está lo histórico y político de ese abrazo del 17 de octubre de 1951, que fue el último día de la lealtad con Evita Perón viva y que por otro lado está el valor simbólico barrial que adquirió en estos 30 años. Indicó que los vecinos y la militancia se lo fueron apropiando llegando al punto que al taparlo desató una energía increíble. “En lo personal, cuando me bajo en la estación Ángel Gallardo y camino para el Parque Centenario, encontrar ese mural, funcionaba como una bienvenida a territorio conocido. Un recibimiento del barrio”.

Cuyeu al ver el mural tapado señaló que sintió bronca y que se les había faltado el respeto, que no era necesario hacer eso. Manifestó que para él los habían puesto a prueba para ver que tan indefensos estaban y como les costaba el movilizarse. “Esto sirvió para reagruparnos, para ponernos en movimiento de nuevo y para comenzar nuestra reconstrucción del peronismo”, finalizó el comunero de la 6 Mariano Cuyeu.

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